10 de junio de 2009

La carrera

No es mi culpa si me alejo,
cada vez que das un paso
yo doy dos al lado opuesto.
No es mi culpa si me escondo,
si aunque trates de ocultarlas
cada vez que me susurras,
veo tus garras.
No es tu culpa ser un lobo,
ni la mía ser cordero,
y si no creo en tus ojos
no es por rabia,
es por miedo.

No hay comentarios: