14 de noviembre de 2008

El Despertar

Cuando me desperté en mitad de la noche, desorientada y confusa, me alegré de que todo lo sucedido no hubiera sido más que un sueño. Me incorporé y miré a mi alrededor aún medio dormida. ¿Por qué estaba tan dolorida? ¿Por qué no estaba en mi habitación? ¡Y qué demonios hacía durmiendo en el sofá? Entonces volví a sentir aquel dolor seco en el pecho y el sabor a vómito en mi boca. Había ocurrido de verdad, no había sido un sueño, ya estaba hecho. Me hundí de nuevo en mi pequeño infierno, donde nada ni nadie podía hacerme daño, y me quedé allí hasta el amanecer, tranquila, sola.

1 comentario:

Kayele dijo...

¿Y qué es lo que había ocurrido?

...

Szibila, pásate por mi blog; he escrito algo que habla de los sucesos que últimamente me rodean... y quería conocer tu opinión.

Un beso, wapa